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15 jul 2009

Ley de comunicación audio visual: Los medios bajo la lupa

“Nos oponemos al proyecto de ley oficialista porque el gobierno favorece a sus amigos en el juego, en la obra pública y ahora favorecen a sus amigos en los medios de comunicación”, analizó la diputada Silvana Giudici, autora de un proyecto de radiodifusión que presentó en 2006 y que según la radical: “El kirchnerismo nunca lo quiso tratar”.

Por Matías Benítez


(Silvana Giudici, presidenta de la comisión de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados de la Nacón)

¿Por qué se oponen al proyecto oficialista de radiodifusión?
Decimos que este proyecto del kirchenerismo es concentrador, que va a generar nuevos monopolios y que no está pensado en función ni de la libertad de expresión ni de la libertad de prensa. Compartimos muchos de los artículos, en el sentido que incluyen párrafos de mi proyecto, del de Margarita Stolbizer y del de un montón de diputados que, hasta ahora, trabajamos en el tema. El proyecto del kirchnerismo recoge muchos de esos artículos, pero en otros plantea trampas que no hay que dejarlas pasar.

¿Cuáles son las trampas?
Por ejemplo en los artículos 38, 40 y 143 avanza contra la seguridad jurídica, planteando plazos muy concretos y cortos, para que los medios se desprendan de determinadas situaciones comerciales, que a partir de la aplicación de ésta ley van a pasar a ser ilegales, y presiona a favor de nuevos monopolios al permitirle a los servicios públicos entrar en el mercado de la radiodifusión. Pensemos nada más en el mercado internacional de Telefónica, por ejemplo, operando en medios en Argentina. Va a generar nuevos monopolios, entonces nosotros decimos: este proyecto no lo compartimos, queremos debatirlo, queremos que esté en las comisiones que corresponda y no que se hagan foros que legitimen una posición y después venga el proyecto a libro cerrado. Es decir, no me opongo a que hagan los foros que quieran hacer. Cuando el proyecto llegue al congreso tiene que debatirse en audiencias públicas y en la comisión de comunicaciones y de libertad de expresión.

¿En qué beneficiaría al ciudadano común el proyecto que usted propone y en qué perjudicaría el proyecto del gobierno?
Hablar de radiodifusión es un tema complejo que la gente, tal vez, lo ve muy lejano, pero basta con repasar lo que pasó en los últimos tiempos: desde el recrudecimiento del conflicto con los medios, que fue cuando asumió la presidenta, como el bloqueo de las plantas de los diarios por parte de Hugo Moyano, como el levantamiento del programa de Nelson Castro o por ejemplo cuando el Comité Federal de Radiodifusión (COMFER) actuó selectivamente contra un medio como fue Radio Continental y no lo hizo sobre las otras 17 situaciones iguales en el país. Las auditorias que hoy dicen que el CONFER funciona mal e ineficientemente, todo ese tema conjunto, creo que la gente se da cuenta de que lo que avanza es un modelo de concentración en torno a la palabra. Igual que el modelo de confrontación, de antagonismo y de rencor que plantea el kirchnerismo desde que asumió el gobierno. Entonces eso es lo que hay que poner en juego. Al ciudadano le decimos que si avanza el proyecto oficial de radiodifusión, la concentración del discurso de los recursos de los medios de comunicación va a estar en manos de este gobierno.

¿Cómo se puede diferenciar el pensamiento político y lo concreto de los proyectos?
Esto no se trata de pensamientos políticos, se trata de cosas concretas. Nos oponemos al proyecto porque nosotros no estamos defendiendo a un grupo económico. En mi proyecto no hay un renglón que favorezca a la concentración. Defendemos reglas del juego claras. Y el gobierno que compra medios, que aprieta a medios por la publicidad oficial y que distribuye de manera absolutamente arbitraria los recursos públicos, a favor de algunos medios que son amigos del poder, no tiene la objetividad para tratar de un tema de estas características. No se trata ni de ideologías ni de favorecer a ningún grupo económico. Para los que me acusan y me critican que defendiendo a determinados grupos económicos, solo basta decirles que lean mi proyecto. Como dijo Elisa Carrió en la presentación que hicimos en conjunto: “Nadie en este espacio votó leyes a favor de éste grupo (Clarín), que hoy parece ser el anticristo para el kirchnerismo, pero que antes era el grupo más beneficiado”. Hay que poner las cosas en su lugar. Cuando decimos que nos oponemos al proyecto de ley decimos que tengamos mucho cuidado porque favorecen a sus amigos en el juego, en la obra pública y ahora favorecen a sus amigos en los medios de comunicación.

¿Cuáles son las cosas más importantes que hay que cambiar de la ley de la dictadura?
Fundamentalmente creemos en que regular publicidad oficial, que hoy es escandaloso el tema en Argentina; modificar el delito de calumnias e injurias, que hace a la protección de la labor periodística y tener una ley de acceso a la información. Estas tres cosas son los pilares básicos para poder habar de una política de medios en serio. No solo radiodifusión.

¿No existe el acceso a la información pública?
Hoy no existe el acceso a la información porque la ley que se trabajó correctamente en el senado perdió estado parlamentario por las modificaciones que incluyó Cristina Fernández. Hay un decreto reglamentario, pero de hecho obtener la información es muy difícil para cualquier particular y también para nosotros. Cuando los diputados de la oposición planteamos pedidos de informes sistemáticamente nos son negados. Trabajar sobre el acceso a la información es tanto o más democrático que decir que es necesario pluralizar las voces por una ley de radiodifusión. Por mejor que sea la ley de radiodifusión si es restringida la información pública y solo algunos tienen acceso; tampoco hay pluralidad de voces.

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