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29 oct 2010

La plaza volvió a ser del pueblo

La marcha es lenta. El sol pleno, vigoroso y constante parece una contradicción con el dolor del pueblo que despide al líder. Mucha confusión. Mucha gente joven, muchas familias, cantos y recortes de un día trágico.


Por Matías Benítez



La frase “hoy es un día histórico” pierde fuerza ante a situaciones de semejante envergadura. Tristeza por todas partes. Lágrimas en las calles, en el subte, en el tren y en el colectivo. Cintas negras, decepción, frustración, bronca. “La puta madre; era el próximo presidente”, lanza un pibe en el subte, llegando a la plaza.



Vestidos con remeras, zapatillas, jeanes, algún que otro traje, el pueblo en la plaza es descamisado; laburantes. No caben dudas son los cabecitas negras. Lo confirma un gerente de un hotel de medio pelo en la Avenida de Mayo: “Estos negros van a dejar todo sucio, no se puede ni caminar”.



Gente, gente y más gente. La fila para entrar llega hasta la 9 de Julio, da la vuelta y vuelve a la Plaza. Se empieza y se termina en la Plaza de Mayo. Es una espera con coraje y respeto y son varias horas de espera, algunos calculan 10 de una lenta caminata. La botellita de agua, el mate y los bizcochitos sirven para engañar el estomago, pero no alcanza.



Se comienzan a montar puestitos con los clásicos choris. Caminar por el Cabildo tiene ese aroma a pueblo. Es gente común, estudiantes, jubilados, trabajadores. También hay sindicalistas. Todos unidos con una misma bandera argentina que está de luto.



Ya cerca del edificio de la Casa de Gobierno, a una media cuadra, se empieza a sentir otro aroma. Flores. Muchas flores. Parece que hoy todo es en gran cantidad: gente, dolor, flores, hipocresía y especulación política. En la puerta se ve la inmensidad de las coronas que llegaron de todo el mundo.



Se escuchan aplausos de fondo que se apagan. Luego una voz fuerte dice: “Gracias Néstor, me devolviste la esperanza, fuerza Cristina, te queremos todos los argentinos”, otra vez los aplausos. La energía ahí adentro es indescriptible. La presidenta parece sacar fuerzas al saludar a la gente que muchas veces consuela.



El cántico que predomina afuera, en esa plaza del pueblo es “andate Cobos la pucha que te queremos”, con algunas variaciones para que cobre sentido el escueto estribillo. Queda claro que no va a venir el Vicepresidente de la Nación. Sería absurdo, casi provocador.



No tengo dudas de que adentro, dentro de algunos edificios, restoranes, a pocas cuadras de la plaza, ahí donde está esa puta oligarquía, hay gente bien que se siente contenta por la perdida. Algunos pocos festejaron con Champagne anoche la muerte del “Tirano Prófugo”, me corrijo del “Pingüino”. Los festejos se extienden porque en el exterior las acciones de las empresas privadas y especialmente las del Grupo Clarín se dispararon.



“Espero que esa esperanza que se prendió de casualidad en el 2003 no se apague nunca más”, dice un jubilado que charla con un joven en la Plaza. El pibe le dice que ellos (la juventud) van a respaldar al gobierno. El anciano le responde: “Eso bueno, pero hay que construir un nuevo líder, esos es lo más difícil del mundo porque nace uno cada 50 años”.

Latinoamérica apoyó a Cristina

Ocho presidentes latinoamericanos visitaron la casa de gobierno para rendir homenaje al ex presidente y secretario general de UNASUR Néstor Kirchner. Todos los mandatarios abrazaron a la presidenta Cristina Fernández en el Salón de los Patriotas.


Por Matías Benítez


Los primeros mandatarios en llegar fueron Evo Morales de Bolivia, Rafael Correa de Ecuador, José Mujica de Uruguay y Sebastián Piñera de Chile. Por la tarde Juan Manuel Santos de Colombia, Fernando Lugo de Paraguay Hugo Chávez de Venezuela se acercaron al país y por la noche Lula da Silva de Brasil.


El presidente boliviano, que fue el primero en llegar, dijo sentir que: “Sudamérica quedó huérfana” y remarcó que el mejor homenaje por la muerte del ex presidente es “seguir trabajando como hizo Néstor por la integración de los pueblos latinoamericanos”. Evo lo recordó como un hombre solidario con los pobres.


El siguiente presidente en llegar al país fue el de Ecuador, Rafael Correa, que manifestó: “Néstor hasta la victoria siempre” y sumó su respaldo a la familia y a la esposa. También confirmó el compromiso de construir una América Latina unida.


“Pepe” Mujica lo conmemoró: “Ante la muerte hay que decir con fuerza: viva la vida. Era todo pasión, todo compromiso. Tenemos una perdida común, pero espero que la sabiduría del pueblo argentino lo supla”. El presidente uruguayo llegó con una comitiva que incluía sectores de la oposición.


El presidente Colombiano, por su parte, recordó a Néstor Kirchner como “la pieza clave en el reestablecimiento de las relaciones con Venezuela” y agregó que fue el único invitado en el encuentro de los dos presidentes.


Luis Ignacio Lula Da Silva entendió que “Argentina pierde un gran presidente” y que “el mundo pierde un gran estadista”. Además recordó que Kirchner “sacó al país de un pozo en el que se encontraba”. El brasileño adelantó su viaje a Buenos Aires para asistir al acto de cierre de campaña de su candidata Dilma Rousseff.


Tal vez el presidente que más conmovió con sus palabras fue Hugo Chávez de la República Bolivariana de Venezuela que detalló: “Vengo con el llanto del Caribe. Venimos convocados por esa pasión argentina que fue Néstor Kirchner, por esa pasión sudamericana, unionista que fue Néstor”.


“Desde mi corazón, ha muerto un justo, llorarlo sería poco, sigamos su ejemplo. ¡Que viva Argentina y que viva Kirchner para siempre!”, inmortalizó Chávez citando en parte al poeta cubano José Martí. El venezolano tocó piso argentino con sus hijas y con una comitiva.