Por Matías Benítez
Jorge Ginzburg dejó un bache en la televisión argentina y ninguno de los contutores actuales puede llegar a la capacidad de este pequeño grande que, todavía en vida, era un ejemplo a seguir para cualquier periodista y sobre todo para cualquier entrevistador.
De su vida personal se conocía su gusto por el fútbol y por su Vélez Sarsfield contando con un palco en el José Amalfitani y como lo clasificó el ex presidente del club Raúl Gamez: “Jorge era el principal embajador de Vélez”.
La historia todavía viva de Guiznburg se remonta a programas como La Noticia Rebelde, La Biblia y el Calefón y el último programa televisivo que condujo Mañanas Informales. Por la parte de la grafica formó parte de la redacción de la revista Satiricon, “el primer gran revistón” junto con Carlos Abrevaya, Alejandro Dolina, entre otros.
En el ámbito del guión Jorge colaboró en la tira cómica de Tabaré “Diógenes el Linyera” editada por el diario Clarín. Que recuerda la memoria de las líneas de la tira de Tabaré el día de la muerte: “Pucha, cada vez estamos más solos Diógenes”. “Y más tristes”, afirmaba Diógenes al linyera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario